Todos queremos ahorrar tiempo y dinero –después de todo, eso es parte de una buena gestión, ¿no es así? Sin embargo, cuando se trata de servicios críticos como las traducciones, también debemos prestar atención a la calidad. Un trabajo barato de traducción es el tipo de traducción menos eficiente: su imagen corporativa corre riesgo, sin mencionar potenciales demandas judiciales. El costo de tener que editar una mala traducción, o tener que volver a traducir todo de cero, puede terminar siendo mucho más alto que hacer las cosas bien desde el principio.
A pesar de ello, hay maneras astutas de ahorrar tiempo y dinero cuando se trata de traducciones:
1. Asegúrese que su traductor sepa a quién contactar para cualquier duda que pueda surgir durante la traducción.
2. Si tiene un glosario de trabajos previos realizados por otros traductores, por favor envíelo.
3. Haga todo lo que pueda para entregar la versión final de los documentos.
4. Traduzca sólo las partes que necesita.
5. Formato – mientras más simple, mejor.
6. ¿Hay partes que ya han sido traducidas?
A pesar de ello, hay maneras astutas de ahorrar tiempo y dinero cuando se trata de traducciones:
1. Asegúrese que su traductor sepa a quién contactar para cualquier duda que pueda surgir durante la traducción.
- Esto es particularmente importante en el caso de trabajos urgentes, cuando el traductor tendrá que trabajar durante horas no laborales. Con frecuencia, la persona que solicita la traducción no es la autora de los documentos, ni la persona que tendrá que tratar con ellos. ¿Podría responder preguntas técnicas?
- Indique el correo electrónico y el número celular, y asegúrese que la persona esté al tanto de lo que está ocurriendo con el documento.
2. Si tiene un glosario de trabajos previos realizados por otros traductores, por favor envíelo.
- Esto no sólo ayudará a ahorrar tiempo con las búsquedas de terminología, sino que también asegurará la coherencia entre sus documentos. Nombres de cargos, nombres de departamentos, políticas corporativas... Hay muchas formas de traducir lo mismo, y con frecuencia es sólo cosa de preferencia.
3. Haga todo lo que pueda para entregar la versión final de los documentos.
- Cada vez que se hace un cambio a un documento, el traductor debe parar y hacer esos cambios, lo que a veces significa borrar secciones completas que ya habían sido traducidas.
- Sin embargo, esto no siempre es posible, debido a limitaciones de tiempo. Si puede, por favor asegúrese de usar la herramienta “Control de Cambios” de MS Word. De esa manera, el traductor no necesitará revisar todo el documento, palabra por palabra, para asegurarse de no omitir cambio alguno, sino que podrá ir directo a los cambios realizados.
4. Traduzca sólo las partes que necesita.
- Como traductora, no tengo cómo saber qué partes del documento usted necesitará a menos que me diga para qué necesita la traducción. Si necesita registrar el documento para propósitos oficiales, necesitaría la traducción de todos los pequeños detalles, incluyendo sellos y firmas.
- Con frecuencia veo que los clientes no necesitan la traducción de todo el documento. Por ejemplo, en el caso de un contrato de compraventa de energía que un cliente quiera usar como base para un nuevo contrato, esas páginas introductorias escritas por un notario público no van a ser usadas; tampoco lo serán las páginas de identificación de las partes (nombre de los representantes, cédulas de identidad, direcciones, registro de poderes), y los hitos de delimitación del terreno. Eliminar esas y otras partes innecesarias le ahorrará bastante dinero –y tiempo.
5. Formato – mientras más simple, mejor.
- En primer lugar, si tiene el documento en formato editable, asegúrese de que sea ésta la versión que envíe. La conversión es posible, pero toma tiempo y siempre hay pequeños problemas. Y sí, como traductora, tengo que re-escribir todo, pero si usted me entrega un documento en formato editable, me es mucho más fácil entregarle una traducción con exactamente el mismo formato que el documento de origen.
- Las columnas, tablas, gráficos, etc., demoran el proceso de traducción. Simplifique el formato antes de solicitar la traducción.
- Cuando usted contrata un traductor, está comprando su tiempo, ya sea para traducir o para formatear. De la misma manera que si contrata un neurocirujano para desinfectar una herida –le tendrá que pagar a tarifa de neurocirujano.
- Si tiene un documento lleno de tablas con cifras que no necesitan traducción (aparte del cambio de puntos por comas y de comas por puntos), podría borrar esas cifras y luego hacer que un asistente copie/pegue las cifras en el texto traducido.
6. ¿Hay partes que ya han sido traducidas?
- Frecuentemente, hay partes de textos que se repiten una y otra vez, de documento a documento. Descargos en comunicados de prensa, información de bolsa de valores, información de constitución, etc.: Mantenga una carpeta con esos documentos y tan solo inserte las partes correspondientes. No hay necesidad de volver a traducirlas cada vez. Si siempre trabaja con el mismo traductor, tan solo entregue estos documentos a su traductor y éste así puede usarlos cada vez que sea necesario.
- ¿Hay una versión previa del mismo documento? Si la tiene en formato Word, por ejemplo, basta con hacer una comparación automática, y traducir sólo los cambios. Puede incluso pedir a su traductor que haga esa comparación automática: realmente toma menos de dos minutos.